SOPORTA EL BAJÓN, SI TE GUSTA LA SUBIDA.

Tengo miedo.
Cada día al dormir preguntándome si al despertar todo abra acabado.
Pero nada vuelve a ser lo mismo.
El dolor que siento, se siente como una montaña rusa.
Me siento al borde de un precipicio, siento vértigo cada ve que veo ese agujero negro. Aun así estoy bailando en el filo.
Es probable que la caída sea dura.
Cada segundo trato de darme motivación para no caer en tentación, pero esa luz se apaga cada vez que veo la realidad.
Nadie puede ayudar. Ayudarme.
No quiero seguir aquí. Entonces no se que hacer. Si tan solo todo fuese así de fácil.
Si tan solo supiera el problema de todo.
Estoy mirando fijamente la ultima carta volteada de la mesa, no se si cogerla aun.
Ahora no se trata de lo que me han hecho, si no de como pienso.
Las letras ya no ayudan a entender.
Las palabras se vuelven fuego, y el mensaje cenizas.
Hay tanto ruido afuera, que nadie escucha. No puedo ser escuchada.
Tantas tormentas que hasta ahora no se que es calma.
Es una historia que no puede ser sentida como los ojos que la vieron.
No quiero ser parte de la maratón humana, quiero ser la que se detiene a preguntarse porque todos corren.
Todos leen pero nadie hace nada. Todos miran pero son ciegos.
Como pueden arreglar algo, si no saben que esta roto.
Suéltenme la mano para que me dejen volar.
Hay tanta gente al rededor, pero siente soledad. Tanto ruido, que solo quiero silencio.
La guerra entre lo vivido y desconocido afrontan mis pensamientos. Alguno tendrá que quedarse para siempre.
El dolor siempre va a estar, solo buscamos cosas que lo alivien. Nos aferramos a los recuerdos, para no estar tan perdidos.
Tantas preguntas y las respuestas se las llevan los demás. Temo olvidar todo y temo no olvidar nada.