Se acabó otro año, pasaron muchas cosas, agregando anécdotas entre buenas y una que otras decepcionantes e imborrables.
Sin embargo puedo decir que no me arrepiento de nada, mi vida ha cambiado tanto este año que ha sido un cuchillo amenazador para mejorar y darme cuenta que nada es un cuento de hadas, no era cuando sólo me encerraba en los libros, todo tan perfecto y ficticio. Y aún siento que falta más y más.
Por un momento estas en la cima y al otro tocando fondo. Y es así como una Torre de cartas, se necesita equilibro o cae con tan sólo un minúsculo soplo.
Quien iba a pesar que tanto me iba a pasar, ni yo lo venía venir, conocí a personas importantes que se volvieron parte de mi frío corazón y otras tan sólo se esfumaron y nunca más supe más, mejor no?
Lamentablemente no pude viajar, desaparecer un poco como me dicen mis amigos, he tenido que sacrificar muchas cosas para obtener otras y por eso sigo aquí sin salir de la rutina. Pero ojalá más adelante diga: esto valió la pena, amanecidas tras amanecidas, con sudor y lágrimas en mi rostro tratando de controlar mis emociones para no tomar una mala decisión.
Pero gracias a ellos he tenido momentos maravillos, he logrado casi todo lo que me propuse y las que no, no fueron sólo poner un granito de mi parte, Pero a veces no siempre recibes la ayuda que esperas. Pero eso ya paso, ahora estoy yo y todo depende de mi, es así.
Tengo tantas cosas en mi cabeza, tantas ideas en palabras por plasmar aquí pero no se como trasmitirlas, tan sólo aflora tal y cuál nacen sin pensarlas.
Bueno ahorita en la playa, es la quinta vez en tan poco tiempo, sin pensarlo y es curioso porque odio el sol y me encanta divisar el mar y pensar, Jajaja que irónico. Tengo que controlar mi mala cara cuando es verano. Sólo queda agradecer y pasar página, pasar las entradas de este blog y empezar de nuevo y con mucho más grandes metas :)
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